MOCORITO
Origen del nombre
Héctor Rodelo Olea señala que el término Mocorito es un vocablo cahíta variante de "macori-to", compuesta de macori, apócope de macorihui, una alteración de la voz macoyahuy, objetivo aplicado a una fracción de los indios mayos o gentes que hablan un dialecto (una variante) de la lengua o idioma cahíta. Además, la posición "-to", que denota ubicación, lugar; el topónimo significa, así pues, "lugar de gentes que hablan un dialecto de lengua cahíta" o "donde habitan los indios mayos (o macoritos)".
Otros historiadores, como el Eustaquio Buelnal, se inclinan por traducir Mocorito como "lugar de muertos".
Los mitos, leyendas, historias fantásticas son parte de la cultura de un pueblo. En Mocorito se cuentan de generación en generación historias de almas en pena y de animales que se vuelven hombres o viceversa.
Entre los antiguos callejones no es difícil imaginar la veracidad de estas leyendas, soñando con damas de blanco que caminan sin tocar el suelo o doncellas que mueren de amor esperando la llegada de su amante, así este es un pueblo romántico por tradición.
En el Municipio existen viejas casonas y construcciones que tienen un significado especial en su historia. Entre las más importantes se tiene a la Iglesia de Mocorito antecedida por una capilla de adobe levantada por los españoles. Esta capilla fue destruida para iniciar la construcción de un templo más sólido con el trabajo de los indios y se terminó hasta el siglo XVII. Por eso tiene una mezcla de estilos: La parte central de la fachada es de cantera rústica y el resto del frente incluyendo la torre es de ladrillo. Dentro del templo se encuentran 14 grabados que datan del Siglo XVI, representando el viacrusis, obras con una antigüedad de más de 400 años.
El municipio cuenta con otras construcciones que data de esta época como las Iglesias de Capirato y Comanito.
El lugar preferido de todos los pueblos es su Plazuela. La de Mocorito se empezó a construir en 1900. Fue inaugurada con el nombre de "Hidalgo" el 16 de septiembre de 1902, de ahí se sacaron diez carretones de osamenta humana pues como era la costumbre de religiosos y españoles, el entierro se realizaba en los atrios de sus iglesias y los terrenos contiguos a estos.
Mocorito ha aportado a Sinaloa y al País el ejemplo de tres grandes héroes: Doña Agustina Ramírez, el Lic. Eustaquio Buelna y el Gral. Rafael Buelna Tenorio.
En Agradecimiento a ello se creó una plazuela situada en los terrenos que antiguamente eran del mercado público. Este lugar típicamente colonial es el paraíso de las parejas románticas por sus hermosos rincones cubiertos de follaje.
En la plazuela destacan las tres esculturas de bronce que representan a estos Mocoritenses heroicos y le dan su nombre "La Plaza de los Tres Grandes".
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